domingo, 1 de noviembre de 2009

Lucha europea por la presidencia de la Unión


Salvado el último escollo para la aprobación del Tratado de Lisboa, la oposición del presidente checo a la firma del Tratado, se ha iniciado la carrera para la elección del primer Presidente estable de la Unión Europea. La reunión del Consejo, celebrada los días 29 y 30 de octubre, ha finalizado con el compromiso de celebrar una reunión extraordinaria a mediados de noviembre para elegir al Presidente del Consejo.

La reunión del Consejo Europeo, que no ha tratado de manera oficial la cuestión de los candidatos a la Presidencia de la Unión, ha dejado un panorama plagado de rumores acerca de los posibles candidatos y los apoyos que los mismos recibirían en la futura votación. Respecto a esto hay que tener en cuenta que el que sea elegido para ejercer el nuevo cargo de Presidente, deberá contar con el apoyo de la mayoría de los votos del Consejo, lo que exige necesariamente el acuerdo de Alemania, Francia y Gran Bretaña.

De momento son varios los nombres que suenan para ocupar el puesto de primer Presidente de la Unión Europea, el más conocido de los cuales es el ex-primer ministro británico, Tony Blair, pero al que en los últimos días se han unido con fuerza el ex canciller austríaco, Wolfgang Schüssel, y los primeros ministros de Holanda, Jan Peter Balkenende, y Luxemburgo, Jean-Claude Juncker. Éste último es el único que ha proclamado oficialmente su candidatura, hasta el momento. Además este fin de semana se ha unido a la lucha el primer ministro belga, Herman Van Rompuy, que parece contar con el apoyo francés y alemán.

Tony Blair, en principio el candidato con más posibilidades, ha visto en los últimos días mermadas sus opciones. En primer lugar por un aparente acuerdo de que la presidencia de la Unión recaiga en un candidato de centroderecha, quedando el cargo de Alto representante reservado a la centroizquierda europea. Pero el mayor obstáculo a la candidatura de Blair es la oposición de Alemania, que prefiera que la presidencia recaiga en el candidato de un país pequeño. A esto se suma el acuerdo franco-germano de apoyar al mismo candidato, tal como ha declara el Presidente francés Nicolas Sarkozy.

El primer ministro de Luxemburgo también tiene escasas posibilidad de lograr el puesto, debido a su escasa reacción ante la crisis y a su inclusión en la lista de paraísos fiscales de la OCDE, lo que le ha supuesto enfrentamientos con la canciller alemana y el Presidente francés. Por su parte el primer ministro holandés, que podría obtener importantes apoyos en el Consejo, se enfrente a una fuerte oposición interna para abandonar su puesto. Por lo que parece que, actualmente, la lucha está liderada por el primer ministro belga y el ex canciller austríaco.

El Primer Ministro belga, Herman Van Rompuy, y El Presidente francés, Nicolas Sarkozy

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