domingo, 25 de octubre de 2009

Israel acusa a la comunidad internacional de hipócrita y de actuar motivada por perjuicios


Tras la aprobación por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (Ginebra) del informe Goldstone, Israel busca apoyos para impedir que el mismo llegue a ser discutido en la Asamblea General y en el Consejo de Seguridad de la ONU. En esta tarea Israel cuenta con el apoyo prácticamente incondicional de EE.UU, que califica el informe como erróneo y parcial.

El Gobierno israelí ha iniciado una campaña internacional en busca de apoyos para impedir que el Informe Goldstone, aprobado el pasado 16 de octubre por el Consejo de Derecho Humanos de la ONU, pueda llegar a ser discutido en la Asamblea General de las Naciones Unidas o en el Consejo de Seguridad. Además la diplomacia israelí pretende lograr apoyos para modificar las leyes internacionales sobre la guerra, al considerar que la legislación actual crea una situación internacional distorsionada “en la que en cualquier foro internacional hay, automáticamente, una mayoría de países que están muy lejos de estar preocupados por cuestiones de Derechos Humanos”.


Dentro de esta búsqueda de apoyos se enmarca la conversación que el pasado jueves mantuvo el Ministro de Asuntos Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, con el Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, en la que el Ministro israelí calificó la actitud de la comunidad internacional como hipócrita y motivada por perjuicios, manteniendo la necesidad de corregir esa situación para lograr un “sistema internacional creíble y equilibrado”. Al mismo tiempo Lieberman solicitó a Ban Ki Moon que impida que el Informe Goldstone sea votado por los organismos de la ONU.



El Informe Goldstone recoge las conclusiones de la Misión de la ONU encargada de investigar los posibles crímenes de guerra cometidos durante la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza, los pasados meses de diciembre y enero, que causó la muerte de 1.400 palestinos y 13 israelíes. Esta misión estuvo dirigida por el juez sudafricano Richard Goldstone, al que se debe el nombre del informe. Las mencionadas conclusiones fueron presentadas el pasado 15 de septiembre, siendo rechazadas desde el primer momento por Israel y EE.UU, que las calificaron de erróneas, parciales y tendencialmente anti-israelíes.


El Informe de la Misión de la ONU analiza los 23 días que duró el ataque contra la Franja de Gaza (del 27 diciembre al 28 de enero), llegando a la conclusión de que tanto los grupos armados palestinos como Israel habían cometido crímenes de guerra. Por lo que establece la necesidad de que se lleven a cabo investigaciones creíbles por ambas partes para esclarecer los hechos, así como exigir responsabilidad a los culpables. Además el informe establece que, en caso de no llevarse a cabo estas investigaciones, el Consejo de Seguridad de la ONU debería llevar el caso ante la Corte Penal Internacional de la Haya. Situación esta última que es altamente improbable, debido a la intervención del veto estadounidense en toda resolución del Consejo que afecte a Israel.


El embajador estadounidense ante el Consejo de Seguridad, Alejandro Wolff, expresó, el pasado miércoles, que el Gobierno de EE.UU “tenía serias preocupaciones por el informe, su desequilibrado enfoque sobre Israel, el amplio alcance de sus recomendaciones y sus drásticas conclusiones”. Richard Goldstone lamento, el jueves en una entrevista a la televisión Aljazeera, las acusaciones estadounidenses. Además el juez sudafricano mantuvo que aun no sabe cuáles son exactamente los fallos que la administración Obama ha identificado en el informe, y que de saberlo estaría encantado de explicárselos.


A partir del momento de publicación del informe, las diplomacias israelí y estadounidense intentaron evitar que el mencionado informe fuera adoptado formalmente por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, algo que en un primer momento pareció que se había conseguido. Puesto que en su reunión del 2 de octubre la mayoría de los 47 miembros del Consejo, cediendo a las presiones de EE.UU, votaron a favor de posponer la toma en consideración del informa hasta el próximo mes de marzo.

Sin embargo, la Autoridad Palestina cambió de parecer ante las críticas internas por claudicar a las presiones estadounidenses y aceptar el retraso de la discusión del informe, lo cual llevó a estados miembros del Consejo a solicitar la discusión del informe en la reunión del Consejo dedicada a Oriente Medio, inicialmente prevista para el próximo 25 de octubre. Pero finalmente se decidió la celebración de una sesión extraordinaria para la discusión del informe Goldstone los días 15 y 16 de octubre. Durante la celebración de la reunión el embajador israelí, Aharon Leshno Yaar, mantuvo que la adopción de “la resolución, tal como se había propuesto, sería una recompensa al terrorismo y enviaría un mensaje a los terroristas de todas partes”. Finalmente la resolución fue adoptada con el voto favorable de 25 de los 47 miembros del Consejo, el voto en contra de seis de ellos (incluido EE.UU) y la abstención de ocho estados. Mientras que el resto de miembros, entre ellos Reino Unido y Francia, se negaron a participar en la votación.

La resolución adoptado por el Consejo de Derechos Humanos, que no tiene carácter vinculante, apoya las recomendaciones contenidas en el Informe, incluyendo la solicitud al Consejo de Seguridad de que transmita el caso a la Corte Penal Internacional, en caso de que, en el plazo de seis meses, Hamás e Israel no hubieran llevado a cado las investigaciones a las que alude el informe. Además en la resolución que establece que todos los órganos de la ONU deben velar por el cumplimiento del Informe Goldstone.


El representante estadounidense en el Consejo de Derechos Humanos, Douglas M. Griffiths, manifestó que estaba “decepcionado” por un resultado adoptado con prisas. Mientras que el viceministro israelí, Shalom, manifestó su oposición a que el informe salga del Consejo de Derecho Humanos, alegando que, “es algo tendencioso que es mejor que se quede en Ginebra (Sede del Consejo de Derechos Humanos de la ONU), en manos de Irán, Cuba y Arabia Saudí”. Mientras que el juez Richard Goldstone, expresó su esperanza de que el informé sea discutido ante el Pleno de la Asamblea General de la ONU, manteniendo que “si Naciones Unidas se niega a discutir este informe, será el fin de su papel en las crisis internacionales”. Además Goldstone, que se confiesa judío y sionista, matiza que lo acontecido en Gaza “no ha afectado su amor por Israel”, aun cuando sea crítico su el gobierno y el mandato militar imperante en el mismo.

Vídeo en Inglés (5:26")

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